Consejos para cuidar los libros
A los libros los acariciamos, miramos la portada, lo abrimos sin forzarlo, no sea que queden marcas en el lomo…lo mimamos como si fuera el primer libro de nuestra vida.
Los libros son perecederos, quiere decir, que tienen una duración limitada y pueden estropearse en un determinado plazo de tiempo. Tanto los elementos ambientales como una mala preservación pueden deteriorarlos o, en el peor de los casos, acabar con ellos.
El cuidado oportuno hará que los libros se mantengan en perfecto estado y nos duren toda una vida. Además, si compartimos esta tarea contribuiremos a que respeten los libros y aprendan a valorarlos.
“Un niño que se preocupa y cuida un libro, es un niño que ha aprendido a apreciar lo que significa y lo que puede ofrecerle tanto hoy, como mañana”.
Cuidados:
- No forzar el libro al abrirlo o apoyarlo con las páginas abiertas en un ángulo de 180º, puesto que la encuadernación sufre y se deforma y podrían despegarse las páginas o las tapas.
- No doblar las esquinas de las páginas para señalar un punto de lectura.
- No usar cinta adhesiva para pegar hojas o la cubierta, ya que el ácido del pegamento puede decolorar el papel.
- No humedecer los dedos con saliva para pasar las páginas.
- No guardar flores u hojas de plantas y árboles entre las páginas, las cuales, al descomponerse, mancharán el papel y lo degradarán.
- No toser, estornudar, ni usar insecticidas o perfumes sobre un libro.
- Mantener la comida, la bebida y las manos sucias lejos de nuestros libros. Aunque un accidente puede ocurrir en cualquier momento.
- No subrayar ni escribir con lapicera o marcador.
- Es aconsejable que limpiemos regularmente el canto superior de los libros con un plumero.
- Además del temible fuego, los otros tres grandes enemigos de un libro son la temperatura de la habitación, la luz y la humedad. Se deben ubicar en un lugar con luz tenue, seco y ventilado.
- Debemos cuidarlos de la humedad, porque sumada a una temperatura alta, invita a la propagación de hongos.
- Tenemos que tener en cuenta la disposición en estanterías abiertas. Los ejemplares deben colocarse sobre una repisa plana, horizontal y de manera vertical. De lo contrario, se deformarán, dañando la encuadernación.
- Por último, debemos cuidar la presencia de insectos como termitas, cucarachas u otros animales como ratones, que puedan comerse las páginas o utilizarlas para dejar sus huevos.